Según nuestra experiencia en estos años trabajando como fisioterapeutas en una residencia, rápidamente percibimos que lo importante no era ser el que más sabe, lo importante era escuchar, empatizar y entender al paciente, ya que comprendiendo las necesidades de cada persona e individualizando su caso es como se consiguen “los pequeños milagros”, que de otra manera sería inviable.
No siempre se pueden conseguir todas las metas que se tienen planteadas e incluso es frustrante luchar contra enfermedades neurodegenerativas que solo te ponen impedimentos, pero de lo que estamos seguras es que todas estas batallas con las que tenemos que lidiar entre todos, gracias a la fisioterapia van a tener un aliado al lado.
Si un día me cuidas, ten en cuenta mi capacidad para moverme en libertad. Quiero hacerlo sólo, aunque sea más despacio, aunque no coordine bien, aunque no tenga demasiada fuerza; simplemente… Quiero hacerlo yo y si algún día no pudiera, recuerda quien he sido porque, aunque me veas diferente, sigo siendo yo.
Equipo Fisioterapia CAD Virgen de Valencia